La planificación y el trabajo son claves para desarrollar la fuerza de voluntad. Para establecer un nuevo hábito no basta con desearlo y anotarlo en una lista, hay que prepararse para ello. Desearlo está bien pero después nos frustramos sino lo conseguimos.

En el primer mes del año, enero, han sido varios los medios de comunicación que se han interesado por nosotros, los psicólogos del deporte, en relación a los objetivos típicos sobre retomar el ejercicio y las dietas.

Como presidente de la sección de deporte en el Colegio Oficial de Cataluña en la Delegación en Tarragona he recibido varias de estas peticiones que he respondido para diversos medios. En estas he expuesto algunas de las claves para que estos deseos se conviertan en objetivos y en realidades.

Las principales respuestas las podréis encontrar en la Vanguardia y el la Xarxa de Radios (ràdio ciutat Tarragona)

Los propósitos de año nuevo, si son propósitos de verdad, implican cambios de hábito. Por ejemplo ponerse en forma, implica hacer ejercicio regularmente. O perder peso implica modificar algún hábito alimenticio y realizar ejercicio o actividad física regular. Y eso no es tan fácil como desearlo, verdad? Aquí es donde los resultados suelen achacarse a la fuerza de voluntad!! Y esto que es?? Como se hace? Se trabaja?

Sí, se potencia, a base de planificación. Es imprescindible el trabajo y una buena organización personal.

Fases reflexivas a valorar
  • Según la concienciación previa habremos realizado o elaborado mas o menos un plan en nuestra mente de cómo lo vamos a lograr. A veces simplemente es un decir, … ya se sabe, fin de año y uno se viene arriba. En otros casos, ya hace tiempo que andamos valorando la idoneidad, necesidad, incluso creemos estar lo suficientemente motivados, pero … los beneficios supuestos en los que nos basamos superan los esfuerzos a realizar? Lo hemos madurado suficientemente?..
  • Cuando hablamos de motivación, de estar realmente interesados en conseguir cumplir con este deseo, hemos de hacer algo mas: hemos de considerar que lo que nos proponemos y el esfuerzo que haremos vale la pena, supera al no hacer nada. En ese momento es cuando si queremos tener éxito va a ser necesario trabajar la fuerza de voluntad: Cómo?
  •  Mediante un plan bien elaborado. Si, si, es necesario planificar, organizar, reorganizar nuestra vida como era hasta ahora para incorporar este nuevo comportamiento para que pueda constituirse en un hábito.
Algunas dificultades percibidas
  • Falta de tiempo.
  • Es caro.
  • Hay exceso de competitividad o demasiado poca.
  • Falta infraestructuras.
  • El mundo digitalizado nos lleva al sedentarismo.
  • Falta de acceso o dificultades de adaptabilidad por discapacidades, enfermedad o ruralidad.
  • Falta de amigos.
  • Falta de motivación.
  • Riesgo de lesión.
Preparar la fuerza de voluntad
  • Para ello necesitamos agendar un tiempo en nuestro día a día. Tener claro el lugar donde se realizará este comportamiento y en que momento exclusivo para él. Perfecto si lo vinculamos a otro comportamiento imposible de no realizar. Antes de cenar, mientras espero a los niños durante su extraescolar, etc.
  • Es necesario ser persistente y eso requiere de una buena gestión del error. Mientras cumplo lo previsto perfecto pero que pasa cundo un dia no puedo ir como estaba agendado? Si es al principio y no lo tengo previsto es fácil que la opción abandono aparezca. Así pues, cuando hablamos de planificar debemos considerar planificar con margen de error y con plan B si no puedo cumplir el plan A.

 

 

  • Define los Objetivos: SMART, adaptados y en positivo.
  • Compleméntalos con una anotación de porqué y para qué.
  • Escoge aquella actividad que puedas realizar y que te guste.Si es necesario prueba diversas.
  • Lleva un registro y valoración de tus progresos: Inicio, puntuaciones intermedias, utiliza instrumentos de medición que te gusten (Gadgets).
  • Retro-alimenta tu esfuerzo con resultados, mejoras parciales en salud, o en duración, o en distancias, etc.
  • Acompáñate en la realización de la actividad o de “tu gente” que te apoye en la actividad o nuevo hábito.
  • El plan debe ser progresivo, intentar acabar con buenas sensaciones.
  • Complementa el ejercicio con un buen descanso y alimentación adecuada al ejercicio (hábito) que has incorporado.
  • Recuerda que debe estar integrado en el día a día (tiempo y lugar previstos), mejor asociado a otro hábito.
  • Y no dudes en ponerte en manos de profesionales acreditados para que te ayuden en la puesta en marcha o en el seguimiento.

 

Vicenç Raluy
Psicólogo del deporte